Descripción del proyecto
Información y Tramos
La Vía Verde del Tajuña se creó en 1999, suponiendo la primera de este tipo creada en la Comunidad de Madrid. Son, en total, 49 kilómetros que recorren gran parte de la vega del Tajuña, pasando por pueblos como Carabaña, Ambite, Orusco, Tielmes o Perales de Tajuña, aparte de, por supuesto, Morata.
Creada con asfalto de vía ciclista, ofrece unas condiciones para la práctica del ciclismo inmejorables. Cerrada al tráfico y con zonas de descanso repartidas por el recorrido. Está muy indicada para el senderismo o un simple paseo por los alrededores de Morata, aparte de que todo lo dicho suponga además su acondicionamiento para las personas con cualquier discapacidad o movilidad reducida.
La Vía Verde del Tajuña, que recorre el antiguo trazado del tren de Arganda, supone otra unión más con la capital, siguiendo el mismo trazado de aquel tren que mantuvo a Morata y su fértil vega unidas irremisiblemente entre sí. Esa unión se puede hacer hoy día mediante el ciclismo (con un nivel de exigencia y preparación adecuado, eso sí) ya que mediante la línea 9 de Metro de Madrid -consultando previamente el protocolo de permisos para portar bicicletas en los vagones- que llega a Arganda, se puede comenzar el recorrido ciclista que llevará al viajero por toda la Vega del Tajuña.
Los Secretos de la Vía Verde
Su trazado y su entorno, el antiguo ferrocarril del Tajuña, han estado ligados inherentemente a la historia de nuestro municipio. En su recorrido, o muy cerca de él, podemos aún contemplar apeaderos de lo que fue el ferrocarril, vestigios de nuestro pasado minero e industrial, entre los que destacan viejos hornos de cal, cortados de las antiguas canteras y los singulares edificios de la Isla Taray, con una larga y variada trayectoria industrial siempre relacionada con las aguas del río Tajuña.
Además, otros secretos se esconden en las cercanías de esta vía. Son vestigios relacionados con una de las batallas más decisivas de la Guerra Civil española, la batalla del Jarama, librada en febrero de 1937. Abundantes restos de trincheras, fortines y refugios inundan nuestro término municipal y algunos de ellos se encuentran en las cercanías de la Vía.
Los elementos que se pueden visitar en los dos tramos propuestos están convenientemente señalizados, pudiendo encontrar amplia información sobre ellos mediante los paneles informativos que se encuentran al pie de los mismos.
Tramo 1. De Morata a Arganda
Este tramo de la Vía nos ofrece un vistazo a la historia industrial de Morata, visitando la antigua estación de ferrocarril de Cornicabra, ligada a sus canteras adyacentes y a los viejos hornos de cal.
La batalla del Jarama dejó huellas aún visibles de trincheras –célebre es la primera que excavaron los miembros del legendario batallón Abraham Lincoln–, diversos fortines construidos tras la batalla y un curioso “camino cubierto”: una zanja de casi un kilómetro de longitud que utilizaron las tropas republicanas como conexión de la retaguardia con la primera línea de combate a través de la cual se abastecían sin ser detectados. Hasta este punto habremos recorrido 8 km.
Tramo 2. De Morata a Perales de Tajuña
En este tramo de camino a Perales podemos ver dos vestigios de lo que fue la llamada “2ª Línea de Defensa del Jarama” construida por el ejército republicano: un nido de ametralladora en excelente estado de conservación y una inmensa cueva donde se guarecían las tropas.
También podemos visitar el Complejo Isla Taray, que actualmente es una residencia de ancianos, pero que tiene una larguísima historia, siendo molino harinero, batán de paños, fábrica de papel y de electricidad, entre otros usos. Ya dentro, se puede ver un sorprendente y gigantesco Plátano de sombra incluido en el Catálogo de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid.