Descripción del proyecto
Pasión Viviente
La Semana Santa de Morata de Tajuña una de las más destacadas y visitadas de la Comunidad de Madrid, con actos desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua. Pero es la representación de la Pasión Viviente de Jesús, que se realiza desde el Jueves Santo de 1987, el hecho más destacado con entre 12.000 y 15.000 visitantes cada año.
Declarada de Interés Turístico desde el año 2001, es la única en el mundo que cuenta además con la Bendición Apostólica de Su Santidad para todos los actores y colaboradores, así como para los visitantes que cada Jueves Santo se acercan a la villa de Morata.
El origen de esta representación por las calles y plazas está en los antiguos Autos Sacramentales que ya desde el siglo XVII narraban para los vecinos las historias de la vida de Jesús y de los santos.
En 1987, el grupo local de teatro ‘Talía’, fundado en 1985, recogió esta tradición también extendida en otros pueblos de la zona sureste de la Comunidad de Madrid. Los textos de los Evangelios sirven de guión para una representación de más de tres horas que atrae a miles de visitantes y a medios de comunicación.
Más de 500 personas actualmente, entre actores, técnicos, personal de seguridad e información turística, escenarios, etc… participan directamente en la Pasión de Morata. Todos y cada uno de ellos son aficionados y dejan de lado sus trabajos y aficiones, para, varios meses antes del Jueves Santo, comenzar los ensayos y los preparativos técnicos.
Son once los escenarios repartidos entre las calles de Morata que acogen los últimos momentos de la vida de Jesús de Nazaret, desde el sermón de la Montaña, la multiplicación de los panes y los peces, la resurrección de Lázaro, la entrada en Jerusalén, la curación del ciego Bartimeo, el encuentro de Jesús con los Niños, la traición de Judas, la Última Cena, la oración en el Huerto, Jesús ante Caifás, Jesús ante Pilatos, el ahorcamiento de Judas, la Vía Dolorosa y la Tercera Caída, Muerte y Resurrección ya en la Plaza Mayor.
El Jueves Santo, Morata se convierte en la pequeña Jerusalén, donde todo el pueblo se vuelca en representar la pasión y muerte del Hijo de Dios. Para ello cuenta con un gran equipo de iluminación y sonido, así como de efectos especiales, decorados, vestuario, etc. No hay detalle que no se prepare o se tenga ensayado.
Pasión Viviente
La Semana Santa de Morata de Tajuña una de las más destacadas y visitadas de la Comunidad de Madrid, con actos desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua. Pero es la representación de la Pasión Viviente de Jesús, que se realiza desde el Jueves Santo de 1987, el hecho más destacado con entre 12.000 y 15.000 visitantes cada año.
Declarada de Interés Turístico desde el año 2001, es la única en el mundo que cuenta además con la Bendición Apostólica de Su Santidad para todos los actores y colaboradores, así como para los visitantes que cada Jueves Santo se acercan a la villa de Morata.
El origen de esta representación por las calles y plazas está en los antiguos Autos Sacramentales que ya desde el siglo XVII narraban para los vecinos las historias de la vida de Jesús y de los santos.
En 1987, el grupo local de teatro ‘Talía’, fundado en 1985, recogió esta tradición también extendida en otros pueblos de la zona sureste de la Comunidad de Madrid. Los textos de los Evangelios sirven de guión para una representación de más de tres horas que atrae a miles de visitantes y a medios de comunicación.
Más de 500 personas actualmente, entre actores, técnicos, personal de seguridad e información turística, escenarios, etc… participan directamente en la Pasión de Morata. Todos y cada uno de ellos son aficionados y dejan de lado sus trabajos y aficiones, para, varios meses antes del Jueves Santo, comenzar los ensayos y los preparativos técnicos.
Son once los escenarios repartidos entre las calles de Morata que acogen los últimos momentos de la vida de Jesús de Nazaret, desde el sermón de la Montaña, la multiplicación de los panes y los peces, la resurrección de Lázaro, la entrada en Jerusalén, la curación del ciego Bartimeo, el encuentro de Jesús con los Niños, la traición de Judas, la Última Cena, la oración en el Huerto, Jesús ante Caifás, Jesús ante Pilatos, el ahorcamiento de Judas, la Vía Dolorosa y la Tercera Caída, Muerte y Resurrección ya en la Plaza Mayor.
El Jueves Santo, Morata se convierte en la pequeña Jerusalén, donde todo el pueblo se vuelca en representar la pasión y muerte del Hijo de Dios. Para ello cuenta con un gran equipo de iluminación y sonido, así como de efectos especiales, decorados, vestuario, etc. No hay detalle que no se prepare o se tenga ensayado.